A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires
de España, es una novela histórica del periodista y escritor de origen
sevillano Manuel Chaves Nogales. Fue escrita en 1937, cuando el autor ya se
había ido de España, apartándose de la barbarie en que se había sumido el país.
El tema
de la novela no es otro que la Guerra Civil española. Por más que todos los bandos
se inclinen a describir lo heroico y bienintencionado de sus acciones, en esta
novela se ven claramente las miserias, la vergüenza y el sufrimiento que ese
episodio tuvo para el país. Y el autor lo hace desde la equidistancia, sin
tomar partido por uno u otro bando, mostrando hechos concretos de ambos bandos sin
dar valoraciones, dejando que el lector sea el que saque las conclusiones. Sin
embargo, en el excelente prólogo de la novela, ya se advierte que, aunque
algunos personajes y localizaciones se han alterado, los hechos ocurridos son
verídicos, y es justo ahí donde está el incalculable valor de esta obra.
La
novela, de 328 páginas, se compone de nueve historias, cada una con su propio
tema, escenario y personajes. Al final de la lectura, es fácil hacerse una idea
global de qué estaba pasando en todo el país, extrapolando lo que en la novela
se describe a otras localizaciones.
El
narrador es omnisciente, y en cada historia va enfocado en uno de los
personajes, el protagonista de la historia. En cuanto a los personajes, los hay
de lo más variopinto, tanto los protagonistas como los secundarios. Son ellos
la fuente de la tensión que impregna todas las historias, aparte del ambiente,
esa permanente amenaza de que no “detecten que eres del otro bando” que flota
en varias historias. Las localizaciones no están tan bien definidas como las
gentes que ahí habitan, pero no es un punto importante, y menos aun sabiendo a
posteriori que escenas como las que autor narra se dieron a la misma vez por
distintas localizaciones en todo el país.
El
estilo neutro con que se narra la historia añade un punto de realidad histórica
que se debe catalogar como crudo, ya que los hechos mostrados son duros. Hay
multitud de escenas impactantes. La fluidez de la narración junto con la
incertidumbre de a dónde va a parar la historia, han hecho que devore esta
novela sin apenas percatarme de que se había acabado. Y es de las que dejan
huella, os lo aseguro.
La
grandeza de esta novela es la de haber sido escrita cuando la guerra aún no había
acabado, ya que, tal como dice el autor: “El resultado final de esta lucha no
me preocupa demasiado. No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de
España va a salir de un lado u otro de las trincheras”. Esa imparcialidad y esa
decisión de no tomar parte por uno u otro bando, denunciando la “estupidez y
crueldad” de ambos bandos, es lo que queda impregnado (que no explícitamente
escrito) en cada una de las historias que componen esta novela.
Tanto
al que disfrute con la novela histórica como al que le interese conocer parte
de ese periodo histórico de España, no quedará defraudado con esta obra. La
recomiendo.