domingo, 21 de febrero de 2021

Pausa

     He estado casi dos años alejado de una de mis pasiones de esta vida: la Literatura. En estos dos años, la vida me ha traído cambios en mi trabajo que lo han vuelto más exigente (eso, traducido, significa más horas de trabajo y más carga intelectual, lo que ha mermado tanto mi disponibilidad de tiempo como mi capacidad para disfrutar de una buena lectura, al no haber encontrado el momento de relajación ni reposo mental adecuado). Además, como carga añadida, desde hace ya casi más de un año sufrimos el asedio del coronovirus, el Covid-19, la pandemia que ha cambiado las reglas de juego a las que este mundo nos tenía ya acostumbrados. Y, lamentablemente, el cambio ha sido a peor: crisis social y económica, enfermedad y pérdidas humanas. Aún a día de hoy seguimos sufriendo sus embestidas, y aunque la esperanza de las vacunas ya está empezando a vislumbrarse, la incertidumbre sobre lo que sucederá en los próximos meses o años aún está latente. Esta pandemia no ha hecho sino agravar mi situación personal, restándome tiempo disponible y llevándome a unos niveles de agotamiento que nunca había vivido hasta ahora. Y la escasa disponibilidad de tiempo es la que no me ha permitido buscar ese oasis, ese refugio, ese santuario que para mí siempre ha sido la lectura. Y lo he echado de menos. Mucho. Muchísimo. Aunque esa pérdida sea un mal menor comparado con todo lo demás que sucede a mi alrededor ahora mismo, es una pérdida para una persona que siempre ha tenido un libro entre las manos desde que con 5 años conseguí mi primer carnet de la biblioteca, aunque aún no sabía leer bien. He decidido volver. Me costará un esfuerzo inhumano, pero lo haré. Es mi forma de decir a la pandemia que no nos va a doblegar. La Literatura era mi territorio y voy a volver ahí a defenderlo, contra ella y contra lo que se presente.

    No he estado totalmente desvinculado de la lectura. Durante estos años he estudiado, y también ha habido algún hueco para alguna lectura furtiva. Lástima que esas lecturas no hayan concluido con una crítica en mi blog como se hubieran merecido, pero en mi caso, si la crítica no la hago justo al terminar la lectura, después no podré recordar los detalles técnicos que analizo, por muy bien que recuerde la historia y los personajes, que es el poso principal que deja cada obra. Lamento especialmente no haber reseñado "La trilogía de los tres cuerpos", de Cixin Liu. Aunque en algún momento me pareció lenta, es quizás la historia de ciencia-ficción que más me ha gustado de todo lo que he leído hasta ahora de ese género, por lo extensa, profunda y bien perfilada que está. Para cualquiera interesado en la temática del contacto con otras civilizaciones y la exploración espacial, es totalmente recomendable. También ha habido algunas otras lecturas que se quedarán sin reseñar, salvo que en el futuro vuelva a ellas y lo haga.

    Mi vuelta la haré según la propuesta que he visto en un curso de la Universidad de Harvard Online: "Masterpieces of World Literature", que voy a seguir por edX. He visto la propuesta, un viaje por todo el mundo a través del tiempo, comenzando desde la que se considera la primera novela: "La épica de Gilgamesh", y a partir de ahí, continuar avanzando en el tiempo a través de clásicos de la Literatura mundial, muchos de los cuales tenía aún pendientes, y ésta será la ocasión que aprovecharé para hacer ese viaje en el tiempo y el espacio y añadir esas obras a mis novelas conocidas. Algunas de las propuesta ya las he leído, y no haré la crítica ahora (aunque seguramente sí la haré más adelante, cuando la vuelva a leer. Por ejemplo, "Las mil y una noches" y "La Odisea" de Homero. De las demás, conforme vayan siendo leídas, haré mi crítica habitual. Me parece muy buena opción en estos tiempos en que no se puede viajar ni siquiera al pueblo vecino. La Literatura siempre ha ofrecido viajes sin salir de casa.

    Así pues, voy a volver a darle vida a este blog (en la medida que el tiempo me lo permita, ya que, como digo, estoy más limitado que hace algunos años). Por suerte la pandemia no es obstáculo para disfrutar de una buena obra literaria.