A cada cual, lo suyo, del italiano
Leonardo Sciascia es, pese a su tamaño (160 páginas, perfecta para leerla del
tirón), una gran novela. Fue publicada en 1966.
El
autor de origen siciliano, fallecido en 1989 a los 68 años de edad, se dedicó
en un principio a la enseñanza, que después compaginó con el periodismo y la
literatura. También entró en el mundo de la política.
La
personalidad crítica de este autor con los problemas de su país se deja ver
bien en su obra, y A cada cual, lo suyo es
un buen ejemplo, donde el escritor expone temas como la corrupción política, el
poder de la iglesia y la mafia.
La
novela, ambientada en una zona rural de Sicilia, queda perfectamente definida.
Sus gentes, sus costumbres y las preocupaciones de la época quedan patentes en
la descripción del entorno donde transcurre la historia.
Todo
comienza con una carta anónima recibida por el farmacéutico del pueblo, en la
que se le amenaza de muerte, y a la que se le presta poca atención al no haber
enemigos conocidos del amenazado.
Los
personajes, pese a la poca extensión de la novela, quedan bien caracterizados,
y aunque se les reconoce por su oficio (el farmacéutico, el médico, el abogado,
el cura...), no son clichés. El autor los dota de personalidad. Podríamos decir
que el profesor Laurana es el más desarrollado de todos, como corresponde a su
función de protagonista, pero eso no resta calidad al resto de personajes, que
resultan creíbles y perfectamente definidos.
Se
podría encuadrar como novela negra, pues se trata de una investigación, aunque
es una investigación “peculiar”, y no daré más detalles. También se podría
pensar que su corta extensión no da pie a desarrollar un gran caso, y sin
embargo, tras su lectura, me ha parecido una historia excelente. Bien
desarrollada, bien descrita, con personajes interesantes, conversaciones
profundas y, como corresponde a cualquier novela negra: un misterio por
resolver. Y una gran moraleja.
El
estilo del autor me ha cautivado. Controla el ritmo de tal forma que la
historia avanza sin interrupciones, los personajes tienen conversaciones donde
hablan de temas cotidianos, y de ahí se desprende la aguda crítica del autor
sobre la sociedad siciliana. Todo ello de forma aséptica, sin llegar a criticar
por criticar, y sin adoctrinar al lector, sino exponiendo temas o vivencias de
los personajes para que el lector saque sus propias conclusiones.
Sin
duda, ha sido un gran descubrimiento este autor, y dado que tiene muchas obras
cortas, no será ésta la única que aparecerá comentada en este blog. Muy
recomendada para los amantes de la buena novela negra y policiaca, y también
para cualquiera que quiera disfrutar de una buena lectura que perfectamente se
puede acabar en una tarde cualquiera.
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