miércoles, 8 de febrero de 2017

A cada cual, lo suyo, de Leonardo Sciascia

                A cada cual, lo suyo, del italiano Leonardo Sciascia es, pese a su tamaño (160 páginas, perfecta para leerla del tirón), una gran novela. Fue publicada en 1966.
                El autor de origen siciliano, fallecido en 1989 a los 68 años de edad, se dedicó en un principio a la enseñanza, que después compaginó con el periodismo y la literatura. También entró en el mundo de la política.
                La personalidad crítica de este autor con los problemas de su país se deja ver bien en su obra, y A cada cual, lo suyo es un buen ejemplo, donde el escritor expone temas como la corrupción política, el poder de la iglesia y la mafia.
                La novela, ambientada en una zona rural de Sicilia, queda perfectamente definida. Sus gentes, sus costumbres y las preocupaciones de la época quedan patentes en la descripción del entorno donde transcurre la historia.
                Todo comienza con una carta anónima recibida por el farmacéutico del pueblo, en la que se le amenaza de muerte, y a la que se le presta poca atención al no haber enemigos conocidos del amenazado.
                Los personajes, pese a la poca extensión de la novela, quedan bien caracterizados, y aunque se les reconoce por su oficio (el farmacéutico, el médico, el abogado, el cura...), no son clichés. El autor los dota de personalidad. Podríamos decir que el profesor Laurana es el más desarrollado de todos, como corresponde a su función de protagonista, pero eso no resta calidad al resto de personajes, que resultan creíbles y perfectamente definidos.
                Se podría encuadrar como novela negra, pues se trata de una investigación, aunque es una investigación “peculiar”, y no daré más detalles. También se podría pensar que su corta extensión no da pie a desarrollar un gran caso, y sin embargo, tras su lectura, me ha parecido una historia excelente. Bien desarrollada, bien descrita, con personajes interesantes, conversaciones profundas y, como corresponde a cualquier novela negra: un misterio por resolver. Y una gran moraleja.
                El estilo del autor me ha cautivado. Controla el ritmo de tal forma que la historia avanza sin interrupciones, los personajes tienen conversaciones donde hablan de temas cotidianos, y de ahí se desprende la aguda crítica del autor sobre la sociedad siciliana. Todo ello de forma aséptica, sin llegar a criticar por criticar, y sin adoctrinar al lector, sino exponiendo temas o vivencias de los personajes para que el lector saque sus propias conclusiones.

                Sin duda, ha sido un gran descubrimiento este autor, y dado que tiene muchas obras cortas, no será ésta la única que aparecerá comentada en este blog. Muy recomendada para los amantes de la buena novela negra y policiaca, y también para cualquiera que quiera disfrutar de una buena lectura que perfectamente se puede acabar en una tarde cualquiera.

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