lunes, 1 de octubre de 2012

Balzac y la joven costurera china, de Sijie Dai

                Esta novela del autor chino Sijie Dai está ambientada en la china comunista de Mao Zedong de los años setenta. Fue el mismo autor el que dirigió la versión cinematográfica.
                Escrita con un estilo impoluto, narra de forma cínica y, a ratos, humorística, la historia de dos jóvenes estudiantes que son enviados a una aldea de las montañas cerca de la frontera del Tíbet, a su proceso de “reeducación”. Es necesario aquí hacer un apunte histórico sobre el ambiente de la novela, ya que, efectivamente, Mao implantó un sistema en el que convirtió a los campesinos en tutores y maestros de la gente más “civilizada”, la gente de la ciudad, estudiantes, intelectuales. Los envió al campo para reeducarse, a la vez que se prohibían las manifestaciones culturales y todas las influencias occidentales. Esto sirvió, entre otras cosas, para aplacar y restar poder a los que se oponían al régimen. Este sistema, mal copiado en Camboya, originó una barbarie de tal magnitud que los libros de Historia se avergüenzan de tenerlo escrito en sus páginas. El propio autor vivió este proceso de reeducación en China, por lo que la novela tiene tintes autobiográficos.
                Como decía, la historia trata de las vivencias de esos dos estudiantes durante su periodo de reeducación. Está narrada desde el punto de vista de uno de ellos, como si fuera un diario. A través de sus ojos, queda reflejada la vida en la aldea, los trabajos que llevaban a cabo, sus relaciones con los campesinos y, sobre todo, la represión y el miedo a que son sometidos.
                Es imposible dar más detalles de la historia sin fastidiar la lectura, así que no ahondaré. Simplemente apuntaré que es una historia bella, de las que deja un poso tras su lectura que da la sensación de haber estado allí, acompañando a los protagonistas. A pesar de la dureza de las condiciones de vida en esa zona, la forma en que los personajes afrontan sus vivencias, aferrados a sus ideales, hacen que la vida sea más llevadera.
                Hay novelas en las que el ambiente es un personaje más. Eso sucede en ésta. Es uno de los principales. Su relación con los demás así como su presencia, es una parte indispensable de la historia. El resto de personajes, pese a no estar descritos con exhaustividad, es fácil distinguirlos por sus actos, e imaginarlos con gran lujo de detalles.
                El tiempo es un factor que no está presente en la novela. Los acontecimientos van sucediendo y son narrados en orden, pero no hay alusiones al tiempo que pasa entre un hecho y el siguiente. Es un detalle importante, que deja otra lectura, y es que la rutina de la vida allí es sólo quebrantada por esas vivencias que se narran.
                Dado que no es una novela demasiado larga (192 páginas), y puesto que está escrita de tal forma que su lectura es como un paseo, recomiendo esta obra. Es una forma de trasladarse a otro lugar y otro tiempo, desconectar de nuestra vida presente para vivir esa historia. Además, para los amantes de la literatura, se verán reflejados en determinados momentos de la obra y sentirán, tal vez como he sentido yo, un extraño tipo de nostalgia difícil de explicar.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El extranjero, de Albert Camus

                El extranjero está catalogado como una de las mejores obras del escritor francés Albert Camus. Nacido en Argelia, donde vivió durante varios años, es ahí donde tiene lugar la historia narrada en esta novela, en Argel, la capital del país.
                A lo largo de sus 160 páginas, el narrador nos cuenta en primera persona su vida, una vida a simple vista totalmente normal. La historia comienza con su visita al asilo donde acaba de morir su madre, hecho que tendrá mucha relevancia en otra parte de la novela.
                La historia trata de la vida en su vecindario. Parece un argumento simple y aburrido, pero nada más lejos de la realidad. La exposición de esta vida normal y poco estimulante está escrita redactando los hechos que suceden. Hay pocas referencias al ambiente y muchas a las reflexiones personales o al modo en que el protagonista asimila el mundo que lo rodea. La historia avanza hasta un final apoteósico que se sostiene y se justifica precisamente en toda la rutinaria exposición del principio de la novela. Es ese final el que da sentido a la historia, y está plagado de reflexiones sobre ciertas cuestiones, junto con frases que caen como una losa sobre los argumentos que se exponen.
                El tema de esta obra, pese a su corta extensión (para mí es de corta extensión todo lo que no supera las 200 páginas), es complejo y profundo. La forma de asimilar el mensaje que transmite dependerá de la experiencia del lector, pero se podría decir que trata sobre la justicia y también sobre la injusticia. Trata también de la religión y su papel en el mundo actual, de los sentimientos, de la información o la desinformación.
                La historia está plagada de preguntas abiertas, dejadas ahí por el autor sin responder, para que el propio lector saque sus conclusiones. El autor simplemente expone unos hechos y es el lector el que tiene encontrar su sentido.
                Los personajes son parte del decorado, salvo el protagonista, al que se irá conociendo a partir de su comportamiento. Es una historia interior, no hay grandes aventuras ni lugares exóticos. Sólo hay vivencias. Y sólo al final de la historia se podrá averiguar el porqué del título.
                El ritmo de la historia es ágil. No hay apenas pausas en el avance hasta el desenlace.   
                Tomando la novela como un conjunto, diré que es muy recomendable su lectura. Las conclusiones que saque cada lector pueden ser muy diferentes entre sí, pero creo que a nadie defraudará esta obra. Da que pensar. Otro punto a su favor es su poca extensión, con la que el autor nos demuestra que no es necesario derramar ríos de tinta para poner en debate algunas cuestiones importantes y controvertidas. Eso es algo que cualquier lector agradece, cuando no aparecen más hechos ni más descripciones que las estrictamente necesarias para causar el efecto que desea el autor. Y para eso hace falta ser buen escritor.
                Y por eso recibió el premio Nobel de Literatura.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Danza de dragones (Canción de hielo y fuego 5), de George R. R. Martin

                Hacer una reseña de Danza de dragones sin comentar también el resto de la saga Canción de hielo y fuego es un poco absurdo, así que esta reseña se refiere a toda la historia publicada hasta el momento (5 partes), a falta de dos partes más para la conclusión de la saga.
                El autor norteamericano George R. R. Martin ha basado su obra en la literatura fantástica y de ciencia-ficción. Cuenta en su haber con numerosos premios como el Locus, Nébula y Hugo por toda su obra.
                La saga comenzó en 1996 con la publicación de Juego de tronos, que no llegó en español hasta el 2002. También han sido publicadas, de forma paralela a la saga, algunas historias, precuelas que ocurren en el mismo mundo.
                La historia tiene lugar en un mundo ficticio, medieval, dividido en varios reinos con sus respectivos señores, caballeros, torneos y demás ingredientes típicos de la antigua novela de caballerías como la que hizo perder la cabeza a Alonso Quijano. Sin embargo, ese mundo cuenta con alguna particularidad: las estaciones suelen durar varios años, y en el momento en que comienza la historia, todo parece indicar que se acerca el invierno, y una amenaza empieza a extenderse desde el norte, donde un gigantesco muro aísla a los reinos sureños de esa amenaza que tantos estragos causó en el pasado.
                El ambiente está recreado con un despliegue de detalles que hacen fácil sumergirse en ese mundo de castillos, bosques, mares tormentosos, desiertos y tierras heladas. Las abundantes descripciones logran poner ante el lector el paisaje donde se desenvuelve la historia. En cuanto a la historia, transcurre de forma lineal, aunque con algunas alusiones a hechos sucedidos en el pasado. Cada capítulo está dedicado a un personaje y la historia se verá desde su punto de vista. Después, la historia avanzará en el siguiente capítulo desde el punto de vista de otro personaje, y así sucesivamente. Es una obra con numerosos protagonistas, lo cual es imprescindible dada la cantidad de situaciones y la extensión de la historia. No es una novela para encariñarse con ningún personaje, pues no hay buenos ni malos. Cada personaje tiene sus particularidades y están muy bien definidos y diferenciados. Cada uno será capaz de actos heroicos y también de actos repulsivos, y ése es uno de los puntos más fuertes de esta novela: la no existencia del héroe bueno y guapo que persigue fines honorables y vence cualquier tipo de adversidad. El que espere encontrar eso en Canción de hielo y fuego, lo lleva claro.
                El autor, que también ha ejercido de guionista, sabe bien cómo contar la historia, y tengo que reconocer que a mí me ha cautivado, razón por la cual, al empezar con Juego de tronos, tuve que seguir con Choque de reyes, Tormenta de espadas y Festín de cuervos. Pese a la gran extensión de cada parte (más de 800 páginas cada uno de los cuatro), no me duraron ni un mes, y tuve que esperar más de un año a que apareciera en el mercado Danza de dragones, que acabo de terminar y me temo que tendré que esperar varios años más hasta ver en mis manos los dos que aún faltan. La historia engancha, porque el ritmo es frenético, hay giros argumentales a cada paso de los que hacen al lector levantar la vista del libro y gritar: ¿Por qué? ¿Por qué?
                La historia es muy compleja, y como no es mi intención dar detalles, sino sólo decir de qué trata, se podría decir que comienza con las disputas entre los distintos reinos en la lucha por el poder. Los ingredientes usados son la traición, las conspiraciones, la corrupción, la violencia (respecto a este punto, el autor no ha escatimado detalles grotescos, por lo que no la recomiendo a gente sensible), sexo y cualquier tipo de depravación está presente a lo largo de la historia. El realismo de cada escena, sea de lo que sea, es apabullante, ya sea una guerra, un torneo, una negociación o una escena de cama.
                Ahora toca la parte a lo que, personalmente, menos me ha gustado de la obra. ¡Ojo! Que sea lo que menos me ha gustado no quiere decir que sea malo o que esté mal hecho, sino que simplemente no me ha gustado tanto como lo demás:
                Al principio, la cantidad de personajes, señoríos y parentescos me resultó abrumador. Si bien es cierto que conforme va avanzando la obra, se acaba familiarizándose con ellos, antes es fácil perderse, pese a que al final del libro aparece un detalle de las dinastías y el árbol genealógico de cada una.
                Otra cosa más: al comenzar, hay elementos fantásticos y sobrenaturales, pero son mínimos. Eso dota a la obra de un gran realismo, es fácil creerse ese mundo en que sólo unos pequeños detalles lo hacen distinto al mundo real. Sin embargo, al avanzar, y sobre todo en el último, en Danza de dragones, aparecen ya muchos más ingredientes fantásticos en la historia, lo que marca un punto de inflexión. No es que empeore, es simplemente que cambia. Aparte, en esta última parte, avanza también el conocimiento de las distintas religiones, a las que anteriormente sólo se hacían referencias vagas.
                Algunos se quejan de que la historia va lenta, que parece que no arranca. A mí no me lo ha parecido así. Yo lo que veo es que la historia tiene su propio ritmo, pero hasta que no acabe las siete partes no se podrá hacer una valoración en conjunto. Hasta el momento, no se me ha hecho aburrida. Creo que es fácil de leer pese a su extensión y bastante entretenida. Hay quienes la comparan con El Señor de los anillos, pero lo que creo es que intenta meterse en ese saco a toda la literatura fantástica que es buena, como si fuera un sucedáneo o un hermano pequeño, pero no tiene nada que ver. Son del mismo género, eso es lo único que tienen en común. Ni es mejor una ni es peor la otra. Son distintas, simple y llanamente.
                Como resumen diré que no es una obra para niños. Algunos adultos incluso pueden que les cause repulsa la brutalidad de algunas situaciones, pero la historia es interesante, compleja, está muy bien tejida y la calidad literaria es más que aceptable.
                Esperemos que el autor no se demore mucho en dar a luz lo que falta de la historia, porque tal y como va hasta ahora, puede acabar de cualquier forma. En cuanto a la serie de televisión de HBO, está bastante conseguida, pero como de costumbre, yo recomiendo leer la historia, que es mucho más compleja que lo que la pantalla presenta, lo cual es lógico. No se puede condensar 900 páginas escritas en 10 horas de imágenes sin perder detalles.

jueves, 6 de septiembre de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó, de Jonas Jonasson

                De esta obra, lo primero que llama bastante la atención es el título. Me parece bastante original. Y hablando de originalidad, ése es el punto fuerte de esta historia.
                El autor sueco Jonas Jonasson se estrena con la publicación de esta novela que ha sido todo un éxito de ventas. Veamos qué hay más allá de lo que se ve en la portada:
                Como el propio título indica, la historia comienza con un anciano que vive en una residencia. Con motivo de su centésimo cumpleaños, se organiza un acto para conmemorarlo, así que el anciano decide escaparse y dejarlo todo atrás, saliendo del edificio por la ventana. Se dirige a la estación de autobús, donde un joven le pide que guarde su maleta mientras va al baño, y el viejo coge la maleta y se sube a un autobús que estaba a punto de salir. Ese es el punto de partida de esta original y disparatada historia, que transcurre acompañando al anciano en su viaje, en el que coincidirá con otros esperpénticos personajes que se unirán a su causa.
                La trama principal es el viaje del anciano, pero una vez avanza la historia lo suficiente como para ir conociendo su estrafalario comportamiento, aparece una trama secundaria en la que se va contando la vida del anciano desde que era pequeño, con lo que al final de la obra se verá la vida de ese hombre que ha vivido cien años, no como una persona cualquiera, sino como responsable o espectador de los hechos históricos más relevantes del siglo pasado.
                Hablando de los personajes y las situaciones, ambos son caricaturescos, el narrador nos muestra con una dosis de humor y cinismo la historia, que en algún momento hará que el lector sonría con los hechos disparatados que van aconteciendo. Como bien decía, el punto fuerte es la originalidad. Es muy difícil saber qué va a suceder a continuación, por lo absurdo de algunas de las vivencias narradas y los numerosos detalles surrealistas que adornan la historia. Los personajes están muy bien definidos, pero en cambio sus motivaciones no lo están. Un punto en contra.
                Por otra parte, en cuanto al ritmo, al principio es correcto, pero conforme avanza la historia, parece que pierde fuelle, de tal forma que a partir de la mitad de la novela había momentos que se me hacían largos y aburridos.
                El tema es bastante interesante, ya que hace un repaso al último siglo de historia y lo contrasta con parte de la situación actual, lo que hace que esta obra humorística esté salpicada de unas muestras de realidad que sirven de inteligente crítica a la sociedad, la política, la religión e incluso la historia y sus “grandes” protagonistas.
                Aunque no es una obra con una calidad excelente, me ha parecido un buen pasatiempo, por la frescura y el estilo de la narración, así como ese humor negro que impregna la historia. Además de todo ello, la superficialidad de la historia esconde unas reflexiones mucho más profundas, detalle éste muy interesante desde mi punto de vista.
                Como resumen: obra recomendada para pasar un rato distraído, pero que puede llegar a decepcionar, ya que la calidad va disminuyendo conforme avanza. No acaba tan apoteósicamente como empieza.

martes, 28 de agosto de 2012

Narcolepsia, de Jordi Ledesma

                Narcolepsia es la primera novela del escritor de Cambrils Jordi Ledesma.
                Ambientada principalmente en Barcelona y su periferia, a lo largo de sus 356 páginas nos transportará a otros lugares distantes del mundo, siguiendo los pasos de su protagonista, Julio Perla.
                La novela trata de las andanzas de Julio desde su infancia, en un barrio humilde donde pronto empiezan a tener lugar los cambios que harán de Barcelona una ciudad más moderna, hasta llegar a los Juegos Olímpicos de 1992. Es en esa época cuando el protagonista empieza sus aventuras dentro del mundo de la venta de droga, y a partir de ahí, su vida se va acelerando en una vorágine de droga, dinero, contactos y “ampliación de mercado” a la vez  que Julio va ganando poder y prestigio en ese sórdido submundo.
                Con un estilo marcadamente realista, se pone de manifiesto la magnífica labor de documentación del autor, que describe la vida y el ambiente de la ciudad con un lujo de detalles que hace que el lector se sumerja en la historia de tal forma que se sienta plenamente identificado con el protagonista, con su mundo, con su manera de vivir, sus miedos (que no son pocos) y sus problemas (que tampoco le van a la zaga).
                A veces da la sensación de estar leyendo un reportaje documental sobre el tráfico de drogas, ya que el realismo, la organización de las bandas (especial mención para el papel de la familia gitana Heredia, con la que empieza Julio sus negocios, o para el narco colombiano del que el protagonista irá aprendiendo los entresijos del negocio), la rivalidad y todo lo que conlleva la vida al margen de la ley, es tan sumamente real que resulta apabullante.
                No es una novela policiaca, ya que toda la historia está siempre al otro lado de la línea que separa la legalidad de la ilegalidad. Es una novela sobre la vida de una persona normal a la que su trabajo lo convierte en un superviviente, en un ser que vive el día a día con los ojos totalmente abiertos porque sabe que no puede cometer errores. No es un héroe, pero tampoco se comporta como un villano, simplemente se dedica a sobrevivir y a disfrutar cada momento como si la fatalidad lo persiguiera.
                El ritmo de la novela engancha desde el principio. Continuamente van sucediendo cosas. Es muy fácil devorar esta obra en pocos días, ya que la acción no deja un momento de respiro.
                Para ser la primera obra del autor, está muy bien escrita. Bien construida, con unos personajes sólidos y creíbles. Unos ambientes definidos con gran detalle. Una forma de vida descrita como nunca antes lo había visto. Un foco hacia ese submundo oculto para la gente normal, pero que todos saben que está ahí, y es por donde se mueve el protagonista de la historia.
                En resumen: una gran novela para pasar un buen rato y con una historia que no dejará indiferente al que la lea. No sólo se disfrutará de la evolución del protagonista, sino también de ese entorno que también goza de protagonismo en la historia, y que también va evolucionando conforme avanza el tiempo. Para todos los que han conocido esa época, seguro que esbozarán una sonrisa al recordar esas sensaciones, esa música, esa forma de pensar.
                Buen trabajo, Jordi. Esperamos con ansia la próxima.

El zahir, de Paulo Coelho

                Otra de las obras del escritor brasileño Paulo Coelho, publicada en 2005. La novela tiene 336 páginas.
                En este caso, la historia va de un famoso escritor que ha sido abandonado por su mujer. La obsesión que se apodera de él, hace que emprenda su búsqueda.
                La narración es en primera persona, desde el punto de vista del escritor. Hay que destacar que da la sensación de ser una historia autobiográfica, aunque no me he parado a comprobarlo. En cualquier caso, lo sea o no, a través del texto se deducen pensamientos del autor a través de su personaje.
                Paulo Coelho siempre se ha distinguido por hacer hincapié en la descripción psicológica, deseos y motivaciones de sus personajes, lo cual se puede apreciar en esta novela también. Eso es uno de los puntos fuertes de su narración, ya que en su obra surgen algunas reflexiones interesantes, pero, a la misma vez, opino que ahí está también su mayor punto débil. Los personajes de todas sus obras son sospechosamente parecidos, ya que todos parecen moverse por la misma motivación, da igual que el personaje sea un escritor, una prostituta, un pastor o un astronauta. Por eso, cuando se han leído varias novelas de Coelho, como es mi caso, llego a El Zahir y me parece que simplemente es una más, que no aporta nada nuevo, y que aburre a ratos, dejando la sensación de que lo que leo ya lo he leído antes. Por si fuera poco, en este caso el personaje da la sensación de ser un prepotente superior moralmente a los demás cuyos actos están siempre justificados. Difícil sentirse identificado con él. Además, hace apología de la infidelidad conyugal, pero no como una forma de justificarse, sino intentando inculcar su idea, adoctrinando al lector. Deja al final esa sensación de “yo tengo la razón porque soy más listo que tú”.
                Tras haber leído El peregrino de Compostela, El alquimista, La quinta montaña, Veronika decide morir, El demonio y la señorita Prymm, A orillas del río piedra me senté y lloré, Brida y Once minutos, creo que estoy bastante capacitado para hacer un análisis de la obra del autor y dar mi opinión conjunta, no sólo de esta novela, sino de todas en conjunto.
                Creo que el autor debería haber dejado de escribir después de El alquimista. La considero su mejor obra y tiene unas ideas interesantes. Toda esa novela entera es una bella metáfora y, aunque desarrollaba algunas ideas que ya aparecían en El peregrino de Compostela, la exposición mejoró bastante. A partir de esa novela, todas las que vinieron después no son más que metáforas distintas de la misma idea o retazos y repeticiones de otras obras previas. Como ejemplo, en El Zahir  vuelve a haber, como en alguna otra de sus obras, numerosas referencias al Camino de Santiago, lo que da la sensación de que este hombre siempre escribe sobre lo mismo.
                Otro apunte, éste de cosecha propia: siempre he opinado que cuando un escritor famoso, o al menos consolidado, escribe una novela sobre un escritor y sus relaciones con la prensa, con las editoriales, con el trabajo de escritor, los bloqueos y todo el mundo que lo rodea, pienso que el autor está seco de ideas, agotado, y empieza a dar forma con su estilo propio a una novela que no es más que una autobiografía. Lo primero que enseñan en cualquier curso de novela es: “No escribas sobre tu vida, tu vida no le interesa a nadie”. Y hay momentos en que se olvida esa regla. Eso es lo que hay en esta novela. Un personaje usado como medio para manifestar ideas propias como por ejemplo el descontento con la crítica literaria, mezclado con alusiones a la cantidad de dinero que se gana escribiendo y a la lujosa y holgada vida que permite el no tener preocupaciones económicas. Demasiado pedante para mi gusto.
                Así, como resumen, diré que no es una mala lectura, pero no hay que esperar gran cosa de ella, porque no aporta nada nuevo a lo que el escritor ya ha contado en otras obras anteriores. Por mi parte, lo siento, pero hasta dentro de muchos años no volveré a leer nada de este escritor que siempre me cuenta la misma historia con distintos personajes. Lo que haré cuando ya no me acuerde, será volver a repasar El alquimista, una historia que, como El principito, merece la pena leer al menos una vez cada década.

viernes, 24 de agosto de 2012

Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James

Me la han colado. ¡Ejem! Perdón, es que mi tendencia a resumir complejos pensamientos en una frase fácil de entender, a veces me juega malas pasadas. Para construir la crítica, tengo que explicar la versión larga. Y de camino, ya que con ésta me voy a explayar, aprovecho para recordar que mis “críticas” no son más que mi opinión subjetiva, le pese a quien le pese. Por supuesto, habrá algunos detalles objetivos, pero esto no se trata de hacer más publicidad de la que ya se hace, sino añadir la opinión de una persona “normal” a la versión partidista de autores, editoriales y demás partes interesadas.
                Ya que hablo de publicidad, veamos lo que dicen algunos medios de esta obra:
“Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres.”
Daily News
“Porno para mamás” (esto que me lo expliquen, por favor)
                Lo que yo veo tras su lectura:
                En cuanto a los personajes, tenemos a Anastasia Steele, una universitaria guapa, inteligente y mojigata que acaba la carrera sin experiencia sexual alguna. Por otra parte, está Christian Grey, un multimillonario de veintisiete años que es guapo, está buenísimo, es elegante, sabe bailar, tocar el piano y además quiere acabar con el hambre en el mundo. Por si fuera poco, tuvo una infancia extremadamente difícil y su único lado oscuro es que le gustan las prácticas sadomasoquistas. Como vemos, dos personajes realistas y bien definidos, de los que se encuentra uno cada día por la calle, vamos.
                La historia es exactamente la misma de la película Pretty Woman, si cambiamos a los protagonistas por estos y si le añadimos las escenas de sexo. O sea, la chica conoce al chico, y como no puede ser de otra manera, se enamoran perdidamente el uno del otro. A partir de ahí, empiezan con sus prácticas sexuales y así hasta el final del libro. Esa es toda la historia, que por cierto, está contada en primera persona y en presente desde el punto de vista de la protagonista. A ella, todo lo que le sucede es maravilloso y da la sensación de que está viviendo un cuento de hadas donde ella es la princesa y él es el caballero atento y galán, aunque con un lado un poco oscuro.
                Lo bueno de la novela: es entretenida de leer, amena. Las escenas de sexo no están mal al principio, pero acaban siendo repetitivas.
                Lo malo: el estilo es pésimo. En casi cada página se encuentran una o varias veces las expresiones “Madre mía”, “Uau”, “Se mordió el labio”, “Puso los ojos en blanco”, “Frunció el ceño”, “Mi diosa interior” o “Mi subconsciente”. La verdad es que acaba uno harto de tanta repetición. En cuanto a los diálogos… qué voy a decir de los diálogos. Dan vergüenza ajena, incluso llega un momento en que también hay diálogos por email y eso ya me pareció el colmo.
                Aunque la historia empezaba bien, a mí personalmente me aburrió rápido, y cuando deduje lo que faltaba, a punto estuve de dejar de leerla cuando apenas había llegado a la mitad. No lo hice (y me arrepiento), seguí leyendo esperando encontrar ese final apoteósico o ese cambio que te activa las neuronas adecuadas, pero me equivoqué. Desde que tenía que haberla dejado hasta el final, sólo había más de lo mismo. Esta obra es una trilogía, pero al menos yo, me planto con el primero, creo que bastante tiempo le he dedicado.
                A pesar de la cantidad de ventas que ha tenido, no creo que la autora llegue a ganar algún premio literario donde se valore el estilo y el vocabulario. El hecho de que haya tenido tan buena acogida, es sin duda por el tema que trata, ya que al venderse como “sexo” acapara la atención de un número importante de personas. Pero no creo equivocarme al decir que en el mercado hay mejores historias y, sobre todo, mejor escritas. Se dice por ahí que esta historia está calcada de la trilogía “Crepúsculo”, cosa que no sé, ya que no la he leído, y dudo mucho que lo haga. Con “Drácula” de Bram Stoker y con las “Crónicas vampíricas” de Anne Rice ya vi historias de vampiros buenas y de calidad, pero por lo que he oído, no estoy seguro de que “Crepúsculo” me pudiera llegar a gustar.
                En resumen, muchas expectativas y al final, mucha decepción. No me ha explicado nada nuevo y además, no me gusta cómo me lo ha explicado. Puede ser divertido para pasar el rato, pero sinceramente, creo que hay cosas más interesantes por ahí.