viernes, 10 de febrero de 2012

Con el agua al cuello, de Petros Márkaris

                Esta misma semana, el escritor griego Petros Márkaris recibe en Barcelona el premio “Pepe Carvalho 2012” justo por esta obra.
                “Con el agua al cuello” es la séptima entrega de las aventuras del comisario Kostas Jaritos. En este caso, se encargará de investigar el asesinato de un banquero que aparece decapitado.
                El título es una alusión a la situación económica que vive actualmente todo el país entero, y la investigación que forma parte del argumento principal de la historia, no es más que una excusa para mostrar cómo se ve desde dentro la vida diaria, desde el punto de vista de un funcionario que vive allí.
                Voy a empezar con lo negativo (desde mi punto de vista): hay ciertas alusiones a España que me resultan sospechosas, y más aún después de enterarme que recibe un premio justo en este país, pero me guardo mi opinión al respecto. Por otra parte, la historia policiaca, que, como ya he dicho, pasa a un segundo plano, la veo floja.
                Ahora lo bueno, que es mucho más que lo malo: los personajes están muy bien definidos. Es muy fácil verse identificado con ellos y sentirlos cercanos, tanto la familia del protagonista como sus compañeros de la Comisaría, así como el resto de personajes con quien interactúa. No sólo los personajes, sino también la ciudad está definida de tal forma que el lector acaba envuelto por el entorno que el escritor describe. En cuanto a la investigación, aunque el caso no me haya parecido interesante, está muy bien construida. La trama sigue toda la investigación hasta su resolución, y está hecha de tal forma que no da pie a ninguno de esos momento muertos que ralentizan la acción, es decir: el ritmo es rápido, no deja un minuto de descanso. Esa es la razón por la que esta novela me ha durado tres días: engancha. El autor ha sabido manejar con maestría las raciones de información del caso, mezcladas con pinceladas de la situación en las calles griegas y hasta descripciones de la vida normal en ese país, de tal forma que cuando la historia se acaba, queda un bonito cuadro y un grato recuerdo.
                Sin duda, el punto fuerte y que más me ha llamado la atención es el descubrir datos sobre cómo se ven las medidas anti-crisis por el pueblo griego, cómo se las imponen y su reacción ante ellas. Descritas con estilo novelesco, no dejan de causarme intranquilidad al ver la alarmante similitud con la situación –algo más descafeinada- que estamos viviendo en España. El autor, mediante los personajes, introduce reflexiones sobre el sistema bancario,  los problemas del crédito y la deuda que hoy en día está en boca de todos. Para mí, esa es la esencia de la novela negra: no la investigación de un crimen, sino una crítica social, una forma de manifestar esa realidad “políticamente incorrecta” que muchos se niegan a aceptar y que otros intentan enterrar restándole importancia.
                “La lectura nos hace libres” dicen por ahí. Y este autor sabe que no sólo la lectura, sino su contrapartida, la escritura, es la que puede mostrar la realidad sin censura, y ponerla al alcance de cualquiera. Enhorabuena por el premio. Tiene muchas razones para merecerlo.           

viernes, 3 de febrero de 2012

La historia de tu vida, de Ted Chiang

                El autor norteamericano Ted Chiang no es precisamente conocido por la cantidad de obras publicadas. De hecho, esta obra, “La historia de tu vida” es un recopilatorio de ocho historias, una de las cuales tiene el mismo nombre del título. Aparte de este recopilatorio, su obra se reduce a algunas historias cortas más. Sin embargo, sus historias, originalmente publicadas en diversas revistas, han recibido numerosos premios como el Nébula, Locus y Hugo, conocidos galardones encuadrados principalmente en el género de ciencia-ficción.
                Son historias de ciencia-ficción, pero de una rama catalogada como ciencia-especulativa. El autor, dada su formación como ingeniero informático, parte de una base científica muy elevada, y ello lo demuestra en su obra, donde propone un planteamiento y especula durante su historia con las implicaciones de esa ley, suposición o avance científico. Los personajes de la historia se ven envueltos en dichas implicaciones y son quienes van desenrollando la madeja.
                Pese a lo complicados y controvertidos que suelen ser los temas, la historia está narrada de tal forma que ofrece una lectura ágil. En algunos momentos aparecen términos científicos complicados –existentes o inventados -,  pero ello no impide el entendimiento de la historia.
                En cuanto a las historias, son muy variopintas. A modo de resumen, expondré el tema de cada una de ellas:
-La torre de Babilonia: Trata sobre la construcción de dicha torre desde el punto de vista de los obreros
-Comprende: Un tratamiento permite desarrollar la inteligencia hasta límites casi infinitos
-Dividido entre cero: Un nuevo postulado hace tambalearse las bases de las Matemáticas
-La historia de tu vida: ¿Cómo nos comunicaríamos con extraterrestres si vinieran a visitarnos?
-Setenta y dos letras: Utilidades de una forma de dar vida a la materia inanimada
-La evolución de la ciencia humana: Análisis
-El Infierno es la ausencia de Dios: La humanidad sabe que Dios existe, y son constatables las apariciones de ángeles que causan milagros o catástrofes
-¿Te gusta lo que ves? (Documental): Reflexión sobre la influencia de la belleza en las relaciones sociales
                Como se puede ver, los temas son variados, si bien la exposición de cada historia sigue un patrón idéntico: se propone una teoría que rompe las reglas a las que estamos acostumbrados en el mundo real, y después se sigue la evolución de unos personajes que viven conforme a esas teoría, que forma parte de su propia vida cotidiana. Las reflexiones están muy elaboradas, y los personajes, pese a no tener demasiada profundidad, encajan perfectamente en la historia y cumplen su papel, ya que el lector observa esa novedosa realidad a través de sus ojos.
                Para todos aquellos interesados en historias del estilo “¿Qué pasaría si…?”, en esta obra encontrarán un pasatiempo perfecto, con una visión sobre ciertos temas que darán mucho que pensar.

martes, 31 de enero de 2012

Los mitos de Cthulhu, de Howard P. Lovecraft

                Los mitos de Cthulhu es un recopilatorio de historias que, por separado, forman la mitología en la que el escritor estadounidense H. P. Lovecraft basaba su obra. Dichas historias no sólo fueron escritas por él, sino que en muchas de ellas contó con otros colaboradores.
                Son historias de terror contadas en primera persona, ya sea por uno de los protagonistas de la historia, o por alguien que investigó el suceso, o bien por un tercero ajeno a la historia, pero que transcribe la misma tal como se la contaron a él. El uso de la primera persona da un enfoque realista y dinámico a la obra, aunque todas las historias comienzan anticipando por parte del narrador que hubo unos sucesos terribles y extraños, lo cual desde mi opinión, puede estar bien para generar intriga, pero resulta innecesario cuando ya se han leído varias historias, porque entonces el lector ya sobreentiende que algo inusual va a suceder. Resulta un poco redundante.
                La trama suele ser lineal, pero hay numerosas referencias al pasado, así como anticipos de lo que va a suceder.
                Si bien la estructura de todas las historias es muy parecida, cada una de ellas es muy diferente de las demás. Especial mención para la atmósfera de misterio que rodea a cada historia, ya que está muy lograda, y hay momentos de terror tan vívidos que mantienen al lector en tensión, sabiendo que cualquier cosa horrible puede suceder a continuación.
El argumento es distinto para cada historia, pero hay algunos elementos que abundan: seres sobrenaturales que aparecen sembrando el pánico en una zona, ya sea porque habitan ahí desde hace tiempo, o porque han sido convocados mediante algún rito prohibido, objetos antiguos con algún poder maléfico que descubren quienes los encuentran, familias malditas con un pasado turbulento, muertes inexplicables, etc.
                Tras haber leído a Stephen King, veo en Lovecraft a un precursor que pudo haber influido bastante en éste, pues varias novelas de King tienen un estilo muy parecido. Sirvan como ejemplo “El misterio de Salem’s Lot” o “It”.
                La mitología de Lovecraft se basa en seres sobrenaturales, dioses que están encerrados en este mundo esperando su liberación, o bien viajando por el espacio, o en otra dimensión, haciendo notar su influencia en este mundo. Es por ello que “Los mitos de Cthulhu” sean calificados como historias de terror y también de ciencia-ficción, categoría interesante para la época en que el autor escribía (a principios del siglo XX).
                Respecto al tema subyacente en la mayoría de las historias, es ciertamente intrincado: suele ser la ineficacia de la ciencia para explicar algunos hechos. La pequeñez del ser humano ante sucesos que superan su entendimiento. La búsqueda de la explicación del presente mediante conocimientos olvidados del pasado. Una mezcla de todo lo anterior es lo que continuamente se repite en la obra de Lovecraft.
                En cuanto a las historias, hay algunas que quiero destacar por su originalidad y por su excelente construcción. Me han llamado especialmente la atención “La llamada de Cthulhu”, “El color que cayó del cielo”, “El horror de Dunwich”, “Dagon” y “El sabueso”. No son las únicas que me han gustado, pues todas me han parecido buenas, pero la historia contada en ellas me ha llamado especialmente la atención, ya sea por los sucesos o por las soberbias descripciones.
                En resumen, una recomendable lectura para todos aquéllos que gocen con los misterios inexplicables, ritos antiguos y monstruos sobrenaturales. En todos esos aspectos aspectos, Lovecraft era todo un experto.

lunes, 23 de enero de 2012

El juego de Ender, de Orson Scott Card

                El género de ciencia-ficción siempre me ha parecido un filón muy interesante a explotar, y de vez en cuando surgen algunas joyas que, con una visión futurista, tratan temas profundos de una forma insólita, o bien no pasan de lo superficial, pero contando una historia tan interesante que mantiene al lector en vilo, expectante de lo que sucederá a continuación.
                Tras esa introducción al género, esta vez nos centramos en El juego de Ender. Éste es el primer libro de una saga que espero acabar en breve, pero en este caso el análisis se centra en esta primera parte.
                La historia comienza en un mundo futuro que ha sufrido dos invasiones de unos seres extraterrestres llamados “insectores”. Dichos seres fueron repelidos en la última invasión y durante muchos años no se ha vuelto a saber de ellos, pero el mundo entero forma parte de una alianza que se prepara para una nueva invasión. Es ahí donde entra en juego Ender, el protagonista de la historia. Existe un programa para niños superdotados que pretende convertirlos en los comandantes que dirigirán las naves que habrán de luchar contra los insectores. Tras una selección previa, Ender es incluido en este programa a la edad de siete años, y es enviado al lugar donde tendrá lugar su formación, en una nave en órbita. El núcleo de la historia es la formación que recibe junto a sus compañeros, formación que está basada principalmente en juegos, así como la supervisión que se va llevando a cabo sobre la evolución de los juegos y de los participantes. Toda la historia confluye en un final que me sorprendió y que, desde mi punto de vista, me pareció soberbio.
                La historia está divida en capítulos, cada uno de los cuales suele comenzar con la conversación de los supervisores sobre Ender. Después cambia el enfoque, momento en que el narrador sigue contando en tercera persona las vivencias del personaje principal. Hay otra historia paralela que implica a los hermanos mayores de Ender, pero no deja de ser una historia secundaria –aunque no por ello menos interesante-.
                En esta obra no destacan las descripciones abundantes de lugares ni cosas, sino que se centra sobre todo en las vivencias y en las conversaciones. Me parece éste un aspecto a destacar, pues es así como queda construido el tema principal de la historia: el liderazgo: sus formas, su creación, sus ventajas y sus inconvenientes. Aun viéndolo todo desde el punto de vista de un niño, se va desarrollando una evolución que, en el momento que culmina, dejará al lector sorprendido. Esto, unido al ritmo endiabladamente rápido de la narración, hace de esta obra una lectura fácil que deja una muy buena impresión y una buena historia. Incluso a algunos los hará revivir esas historias del colegio cuando todos los juegos eran una competición por la supremacía.
                El autor ha publicado muchas obras a partir de esta base. En principio, “El juego de Ender” fue publicado como novela corta, pero después se convirtió en la novela que actualmente es, ganando los premios Hugo y Nébula. La saga continúa con los títulos “La voz de los muertos”, “Ender el Xenocida”, “Hijos de la mente” y “Ender en el exilio”. Aparte de esta saga, el autor escribió una saga paralela, de otras cuatro novelas, centrándose en otros personajes de la historia.
                El final de “El juego de Ender” deja entrever que la historia sigue, aunque con un giro radical respecto a lo que se puede pensar al principio. Espero completar pronto la saga y poder hacer un análisis conjunto de toda la historia. De momento, ha empezado de forma inmejorable. Otro aspecto que me gustaría destacar: no sólo hará las delicias de los adultos, sino que cualquier niño podrá disfrutar igualmente la historia.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher

            Nos encontramos ante uno de los muchos libros que hay en el mercado sobre motivación y autoayuda. El autor, aparte de este título, que fue el primero, publicó algunos más con la misma temática. Sin embargo, la mayor parte de la obra de Robert Fisher se encuadra dentro de la comedia, ya que escribió numerosos guiones tanto para radio como para televisión, aparte de teatro y musicales.

Las obras de motivación y autoayuda han tenido un importante auge durante la última década. En este caso, “El caballero de la armadura oxidada” es una obra escrita como un cuento, donde se narran las peripecias de un caballero medieval que ha quedado encerrado dentro de su armadura, y la historia es el viaje iniciado por el caballero en la búsqueda de liberarse de esa armadura.

Con un tono irónico tanto en la narración como en las conversaciones, todo el cuento está plagado de metáforas y simbolismos. La armadura significa la pérdida de contacto con el mundo exterior, el dragón simboliza un obstáculo, etc. Muy parecido a los muchos escritos similares que hay respecto a esta temática. Sirvan por ejemplo “La buena suerte”, “¿Quién se ha llevado mi queso?” o “La isla de los cinco faros”. Si partiera sin conocimiento previo sobre los autores, creería que todos esos escritos han sido hechos por el mismo autor. Y es que cuando se leen varios cuentos de este estilo, se llega a adivinar el patrón que siguen:

-Parten de un fundamento o ley básica de Economía/Marketing/Psicología cuyo incumplimiento provoca problemas al protagonista (pueden ser varios).
-Se elabora un cuento que gira en torno a la búsqueda de dicha ley o fundamento. Se escogen ingredientes típicos de los cuentos, incluidos estereotipos (mago sabio, lechuza sabia, bosques, caballeros, dragones, castillos, animales que hablan…)
-Se sigue el viaje del héroe desde los problemas que le acarreaba el incumplimiento hasta el descubrimiento de la ley o fundamento, lo cual provoca su transformación y la realización personal.

            En general, aunque no me disgustan este tipo de escritos, soy partidario, en contra de lo que otras veces digo, de que se pueden resumir en cinco líneas enumerando las leyes cuya enseñanza intenta transmitir y ahorraría mucho tiempo de lectura. El problema es que haciéndolo así, el autor no tendría libro que vender. Pero ello lo digo desde mi punto de vista de adulto, y para no restar mérito a este tipo de historias, soy consciente de que como cuentos para niños están muy bien conseguidos, pues todos esconden una moraleja muy útil y muy educativa. De todas formas, no se está descubriendo nada nuevo, pues existe desde hace siglos “El conde Lucanor” de Don Juan Manuel, compendio de cuentos con moraleja que han pasado a formar parte de la cultura popular.

            En todo caso, esta historia son 30 páginas amenas de leer que pueden llegar a proporcionar algunas ideas interesantes. Es el típico discurso que tanto gusta a los directivos de empresas que van tan estresados en la vida que no son conscientes del paso del tiempo ni de lo que pasa a su alrededor, y con el tiempo dedicado a esto, logran sacar la cabeza por un momento y mirar a su alrededor. Discurso que escuchan y dos días después vuelven a su vida de estrés y horarios estrictos, olvidando las leyes aprendidas.

            Otro ejemplo de historias de este tipo, aunque algo distintas, son las que escribe Paulo Coelho, así que me pondré dentro de poco con su última obra, lo que me dará pie a comentarla y de camino, meterle mano a todo lo que me he leído de él, que no es poco.

            Como conclusión, un cuento ameno y rápido de leer, que sólo enseña algo a aquellos cuya vida es tan estresante que no ven más allá del trabajo, y que puede mantener entretenidos a los niños, pero que no aporta nada más al resto de personas no encuadradas en ninguno de esos dos tipos.

            El caso es que los que escriben historias de este tipo, se forran. Interesante.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert L. Stevenson

                Esta historia es tan conocida que ha pasado a formar parte de la cultura popular. Sin embargo, al terminar su lectura, he recordado las enseñanzas del jefe de bomberos de “Fahrenheit 451” cuando decía (no recuerdo las palabras exactas) que la sociedad buscaba los libros ya digeridos, que no había necesidad de leer cuatrocientas páginas si el argumento se podía resumir en dos líneas. Esas dos líneas son la enseñanza que busca la gente, el núcleo de la historia. Lo peor es que mucha gente actualmente lo ve así, pero por suerte para mí y para la mayoría – incluyendo a la totalidad de las personas que disfrutamos con la lectura – el jefe de bomberos estaba totalmente equivocado. Esas dos líneas son el residuo de la obra, pero el verdadero placer es el camino recorrido, no la meta. La lectura de esta obra es un claro ejemplo.
                Si cuento el final para ilustrar (en contra de lo que pretendo hacer en este blog), podría decir que esta obra trata sobre un  doctor que elabora una pócima que, al consumirla, hace que se transforme en otra persona, un monstruo malvado que sólo se dedica a hacer el mal. Ése sería el resumen, y muchos dirían “Ya me he ahorrado leer una historia de 70 páginas, ya sé de qué va”. Craso error. Esta obra va mucho más allá. El hecho de conocer el final no significa que todo el jugo de la obra esté ahí. Hay más, mucho más.
                Por ejemplo, hay una historia con abundante misterio (aunque tengo que reconocer que la mayor parte de ese misterio y la tensión que podría generar, se ve eclipsada por el hecho de saber a qué se debe todo, esta es la parte mala de conocer previamente la historia). El ambiente de ese Londres tétrico y oscuro recuerda mucho a la obra y la época en que Arthur Conan Doyle dio vida a Sherlock Holmes, y evoca ese extraño romanticismo de niebla, oscuridad y calles donde en cada esquina acecha una amenaza. El autor consigue crear ese decorado donde tendrá lugar la historia y sumerge al lector dentro de ese ambiente.
                El narrador sigue a Utterson, un notario amigo de un tal Doctor Jekyll que le confía un extraño testamento. Dicho testamento del doctor a favor de un tal Mr. Hyde provoca la curiosidad del notario, que irá descubriendo poco a poco la relación del doctor con Mr. Hyde, así como la personalidad maléfica de éste último.
                La historia sigue de forma lineal hasta llegar a un desenlace incomprensible para el protagonista. Entonces la historia sigue y concluye con la lectura de dos cartas: una de un doctor amigo tanto del protagonista como del Dr. Jekyll y otra carta redactada por el propio Dr. Jekyll, donde explica el porqué de cada uno de los incidentes que van sucediendo sin explicación a lo largo de la historia.
                Como indiqué anteriormente, es una obra de misterio,  el cual se ve resuelto al final. El tema, más allá de la superficialidad de los hechos ocurridos, va tomando forma al final, con la carta del Dr. Jekyll, sin duda la mejor parte de la obra. Ahí quedan explicados todos los hechos, así como la motivación de los mismos, y esta parte, escrita ya desde el punto de vista del doctor, me ha parecido soberbia. Habla de tantas cosas que es imposible resumirlas todas: habla de la dualidad del ser humano (al igual que hacía Herman Hesse en “El lobo estepario”), habla de la imagen que se proyecta hacia la sociedad, de los comportamientos éticos, del deseo de mejorar, de la lucha entre el bien y el mal… entre otras cosas.
                Es por ello que, dado lo mucho que hay escondido en tan pocas páginas, recomiendo encarecidamente su lectura (yo me la terminé en una tarde). Al igual que sucede con Drácula de Bram Stoker, una vez leído, queda bien claro que cualquier resumen o película, no es más que una ínfima parte de lo que se puede sacar de la lectura.

martes, 20 de diciembre de 2011

El hombre del lago, de Arnaldur Indridason

                Esta novela policiaca cuenta con varios detalles curiosos que me han sorprendido. Uno de ellos es que el autor, islandés, ha ambientado toda la historia en su singular país, el cual no he visto reflejado en ninguna otra obra literaria que haya pasado antes por mis manos. Otro detalle es la visión de una parte de la Guerra Fría desde el punto de vista islandés.
                La historia comienza con el descubrimiento de un esqueleto en un lago junto a aparatos de transmisión rusos. El inspector Erlendur, protagonista de otras obras del mismo autor, es quien se encarga de la investigación. La narración, en tercera persona, va siguiendo una trama lineal, acompañando los pasos del inspector y sus compañeros durante sus pesquisas. En un momento dado, la historia se divide y aparece una historia nueva, anterior en el tiempo. La historia es de un estudiante islandés que estudió en la Universidad de Leipzig antes de la caída del muro de Berlín. A partir de este momento, ambas historias irán avanzando hacia un final en que se encajarán y se unirán formando el desenlace.
                Pese a que no hay grandes dosis de acción, la novela es muy amena de leer. El ritmo pausado y sin grandes sobresaltos se ve condimentado con los detalles de la vida personal de los personajes. Una vida turbulenta, en especial la del inspector. Son esos pequeños detalles, junto con los lugares y las personas que se describen, los que dan retazos de la vida en Islandia, y ahí es donde radica, en mi opinión, uno de los puntos fuertes de esta historia.
                La historia cuenta con gran parte de los ingredientes de cualquier novela negra, y el protagonista, separado, con dos hijos problemáticos, una vida desordenada y un trauma infantil, es un arquetipo de protagonista de este tipo de historias.
                A lo largo de sus 349 páginas, el autor, con su peculiar forma de explicar misterios del pasado resueltos en el presente, lleva al lector a su terreno y lo acompaña paso a paso por la investigación. Los personajes están muy bien construidos. Cada cual tiene su propia personalidad, inquietudes y problemas bien definidos. Por el contrario, el ambiente es escaso en descripciones, y aunque se hacen numerosas alusiones directas e indirectas respecto a las inclemencias meteorológicas del país – lo cual condiciona gran parte de la vida de los personajes -, no es tan descriptivo con los lugares como lo es con las personas. En todo caso, eso no es un defecto, sino más bien el estilo propio del escritor, centrado más en las personas que en lo que las rodea.
                Esta novela, recientemente publicada en castellano, es una de las pocas del autor que podemos disfrutar en nuestro idioma, pues actualmente hay algunas más, también con el inspector Erlendur como protagonista, que aún no han sido traducidas y/o publicadas. Esperemos que con el auge actual de la novela policiaca, no tarden mucho en llegar.