La vieja guardia se publicó oficialmente
en 2005, y fue nominada al premio Hugo en 2006. Con 304 páginas, es la primera
novela de la saga del mismo nombre “La vieja guardia”, del escritor estadounidense
John Scalzi, y que actualmente, en 2016 consta de 5 novelas. Esta reseña se
refiere únicamente a la primera novela de la saga.
Nos
encontramos ante una novela de ciencia ficción. La historia comienza en el
momento en que un anciano de 75 años decide enrolarse en las Fuerzas de Defensa
Coloniales, un ejército creado para defender la expansión humana por el
Universo. Este protagonista, que es también el narrador, nos muestra al
principio de la historia su total desconocimiento de lo que le acontecerá, ya
que su alistamiento supone un viaje fuera de la Tierra de sólo ida, sin
retorno. Eso hace que tampoco tenga referencias de qué le espera, ya nadie de
los que lo precedió ha vuelto.
El
protagonista, con una vida entera a sus espaldas, se embarca en un viaje a lo
desconocido, con la única compañía de su experiencia, su sentido del humor y
otros ancianos que, como él, deciden seguir el mismo camino.
Los
personajes de la novela son planos, no tienen apenas profundidad. Ni siquiera
el protagonista-narrador, que, pese a cumplir bien su función en ambos papeles,
no está tan desarrollado como podría estarlo. Sin embargo, esto no llega a ser
un defecto, ya que en conjunto, la obra acaba siendo “funcional”, es decir, que
cumple su función, sin altas pretensiones.
El ambiente
es también algo pobre en descripciones. El autor deja al lector la tarea de
imaginarlo según su criterio, ya que sólo aporta una enumeración o una somera
descripción de los lugares donde transcurren los hechos.
Ahora
los dos puntos fuertes de esta novela: por una parte, el ritmo. Frenético, sin
pausa. La trama avanza de forma endiablada desde el principio hasta el final de
la novela, haciendo que la lectura sea adictiva, y que además, se acabe rápido.
Por otra parte, el estilo usado para crear ese ritmo, plagado de sentido del
humor (aportación de la personalidad del protagonista).
El tema
principal de esta obra, desde mi punto de vista, es la implicación que tendría
poder hacer volcados de memoria desde un cuerpo humano a otro. Otro tema
también tratado sería la colonización de un Universo en el que se sabe que hay
razas alienígenas que también están interesadas en expandirse (lo que,
inevitablemente, provoca conflictos en los que hay que usar la diplomacia o
bien la violencia).
Como
lectura, la he vivido como una mezcla entre Las
tropas del espacio de Heinlein, El
juego de Ender, de Orson Scott Card y la película La chaqueta metálica. Pese a dichos parentescos, me ha parecido una
novela original y divertida. Una lectura con la que pasar un buen rato. No es
una obra grandiosa, pero es buena. Tendré que seguir con la saga para hacer una
valoración en conjunto.
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