El crucigrama de Jacob, de 520 páginas,
es la primera novela de la escritora de Avilés Ana López Martín.
Estamos
ante una novela histórica que comienza al norte de la Península Ibérica, en el
año 1491, cuando reinaban los Reyes Católicos. Por esos tiempos en que se
decide la expulsión de los judíos del país.
La
narración está a cargo de un narrador omnisciente. Cuenta no sólo lo que ven,
sino también lo que sienten los personajes. Aunque en general es inocuo, en
determinados momentos comete el error de “decir en lugar de mostrar”, lo que
baja la calidad de la narración.
La trama
es lineal, no hay saltos en el tiempo significativos, y todo transcurre de
forma fluida, si bien la acción salta de personaje en personaje, pero siguiendo
la misma línea temporal.
En cuanto a los personajes, hay
varios protagonistas, todos ellos judíos, con una misión que les llevará por el
Camino de Santiago intentando resolver un enigma, y algunos personajes
secundarios que se van uniendo a la historia. Hay muchos fallos importantes en todos
los personajes. No pasan de ser estereotipos, no tienen profundidad. Por poner
un ejemplo, los principales protagonistas son perfectamente intercambiables
entre sí y no cambiaría en nada la historia. No sólo son simples, sino que
además son poco creíbles. En determinados momentos, parece que estuvieran
inspirados por una sabiduría infinita, recursos infinitos para sobreponerse a
cualquier problema, y una capacidad física sobrehumana, lo que le resta calidad
(y mucha) a la historia.
El
ambiente es, para mí, el punto fuerte de la novela. Las descripciones de la
vida en la judería, el Camino de Santiago, cómo se viajaba en esa época, el
papel de la Inquisición, los problemas de la Monarquía, contribuyen a poner el
telón de fondo y hacer que el lector se adentre en esa época, acompañando a los
personajes por los lugares que se
visitan (la mayor parte, cercanos a Avilés, zona conocida por la autora).
El tema
de la novela es interesante; el éxodo de los judíos. Y también es interesante que
ese tema esté mezclado con un misterio relacionado con el Camino de Santiago.
Históricamente, sin llegar a ser excepcional, se consigue una exposición
relativamente buena de ese tema y los subtemas asociados al mismo.
Junto
con los personajes, que, como ya he dicho, es un punto negativo de esta obra, hay otro relacionado que es aún peor: los giros. O, mejor dicho, la solución a
los distintos problemas que van afrontando los personajes. Si bien la
exposición de los obstáculos que los personajes encuentran está bien conseguida
(aunque llega un momento que se ve venir que cualquier felicidad es pasajera, o
bien un espejismo), la solución a las trabas siempre se soluciona por dos vías:
una es, como dije, la excepcional sabiduría o capacidad física de los
personajes, y la otra, y mucho peor, es la casualidad. Llega un momento en que,
si un personaje hubiera dicho: “necesito un reactor nuclear para solucionar
este problema”, en la novela habría aparecido alguien gritando por la calle: “¡Vendo
reactores nucleares! ¡Baratos!”. Es una exageración, pero quien lea esta novela
verá que, sin llegar a esos extremos, más que causa-efecto, la historia está
plagada de casualidades. Podría poner cientos de ejemplos, pero no es mi
función ofrecer spoilers, sino
analizar la parte técnica.
El estilo, aunque con algunos fallos que se pueden disculpar, está bien, cumple su
función, convirtiendo la novela en una historia amena de leer.
Hay un
detalle curioso, y es que a partir de determinado momento, la historia se
acelera, precipitándose hacia un final, resolviendo tramas de forma rápida,
como si hubiera prisa por acabar. Da la sensación de que la autora tenía un
plazo para terminar la novela, o que veía que se estaba alargando demasiado y
prefirió acelerarla. En cualquier caso, eso hace que al principio, la novela
tenga más calidad que al final. O esa ha sido mi impresión.
Como
resumen, diré que es una novela que vale como pasatiempo, pero que tiene
algunos errores (quizás debido a la poca experiencia de la autora) que, si se
subsanaran, habría quedado una novela bastante buena, ya que la idea lo es, y
el fondo también.