miércoles, 20 de noviembre de 2013

El hombre invisible, de H. G. Wells

            Siguiendo con el ciclo de literatura fantástica y de ciencia ficción, en este caso toca la obra de Herbert George Wells, El hombre invisible, publicada en 1897. No es la obra más conocida del autor actualmente, ya que La guerra de los mundos y La máquina del tiempo son tal vez obras más representativas del género en que se especializó este autor. Sin embargo, el hombre invisible es otro de los personajes que han ido integrándose dentro de la cultura popular (¿quién no ha pensado alguna vez lo que haría si fuera invisible?), pero la historia original, la escrita por el propio autor, al igual que sucede con otros personajes como anteriormente comenté con Dracula y Frankenstein, esa historia original no es tan conocida.

            La historia comienza con un extraño personaje que se instala en un pequeño pueblo, en una posada. La extravagancia del personaje unida a la curiosidad de los lugareños, desencadena el núcleo de esta historia, de la que no voy a contar más.

            Escrita en tercera persona, la narración explica los hechos que suceden alrededor de ese extraño personaje, cuyo secreto se desvelará más avanzada la novela. En este caso ocurre algo parecido a lo que pasaba en El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que parte del misterio que el autor se devanó los sesos para intentar crear, queda nublado por el conocimiento más o menos exacto de la historia conforme han ido pasando los años. Está claro que las circunstancias extrañas que suceden al principio de la obra y la extravagancia del extranjero no se debe más que a que el hombre es invisible, y eso lo sabe todo el mundo. Pero ello no quita mérito a la narración.

            Los personajes no son muchos, y no están muy desarrollados. Al ser una obra relativamente corta (200 páginas aproximadamente), no da tiempo a profundizar demasiado, salvo en el protagonista. Su carácter es el núcleo de la historia, y su pasado, la justificación de la misma.

            Al igual que en muchas otras historias, en ésta se ve claramente la dicotomía ciencia-moral, y no soy capaz de saber si detrás de todo eso hay también una connotación religiosa, ya que no he tenido tiempo de investigar. Aparte de ese tema principal, también hay un análisis sociológico no muy desarrollado, pero interesante.
           
            La trama es lineal, con una pausa destacable, pero avanza constante desde el principio hasta el fin de la historia.

            Personalmente, me ha sabido a poco. Toda la historia está muy bien explicada y justificada, pero me queda ese gusanillo especulativo sobre lo que puede llegar a dar de sí la idea. La novela está encajada en un tiempo y unas circunstancias concretas, pero creo que con esa misma base se podrían hacer miles de historias distintas. De hecho, creo que el autor explotó poco la idea, podía haber hecho una novela de más de 500 páginas sin que hubiera llegado a ser aburrida ni repetitiva. En todo caso, aun quedándome con ganas de más, la lectura me ha gustado.

            En el aspecto científico, me ha parecido muy bien documentado y justificado (aun con los errores que contiene), ya que resulta muy verosímil.

            Hay varias películas de esta novela, y de muchas otras obras del mismo autor. En este caso concreto, la vi hace bastante tiempo y no recuerdo si seguía bien la historia de la novela o no, pero yo siempre preferiré las letras…

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