Con 624
páginas, Hyperion es la primera parte
de la tetralogía “Los cantos de Hyperion”, escrita por el estadounidense Dan
Simmons. Publicada en 1989, ganó los premios Hugo y Locus.
Desde
hace tiempo, el género de ciencia-ficción es considerado por muchos como un
subgénero, como literatura de segundo orden enfocada a un público minoritario y
friki (aunque últimamente está cambiando esta perspectiva). Sin embargo, yo
opino también desde hace tiempo que los escritores de este género (al menos los
buenos), no sólo crean literatura de calidad, sino que además, haciendo uso de
la mejor herramienta que tiene este género: la libertad de imaginar cosas que
no existen, o que no existen aún, logran una de las funciones que más me gusta
de la literatura: la de llevarte a lugares desconocidos, donde las reglas no
son las que conocemos, y donde casi todo es una sorpresa. Digo esto aquí porque
Hyperion es ciencia-ficción de la buena, de la que cumple a la perfección ese
cometido.
¿Qué
encontramos en Hyperion? En esta
novela futurista, el ser humano ha abandonado la Tierra natal por necesidad,
hace varios siglos. Se ha creado una red de mundos colonizados, y se ha
avanzado enormemente en los viajes espaciales, haciendo múltiples referencias
al efecto ya pronosticado por Einstein sobre lo que sucedería con el tiempo al
desplazarse a velocidades cercanas a la de la luz. Dicho efecto tiene un papel
muy importante dentro de la historia, ya que las localizaciones que aparecen
están muy distantes entre sí.
Hyperion
es un planeta que está en la periferia de los mundos colonizados, y que cuenta
con varias peculiaridades que lo convierten en un planeta distinto a lo que se
considera “normal” en otros planetas. La historia trata de una comitiva de
siete personas enviadas a Hyperion a realizar una peregrinación, con objeto de
desentrañar algunos de sus misterios, principalmente el del Alcaudón, un ser
que atemoriza a todo ese planeta.
La
trama trata sobre la historia de cada uno de esos personajes, que son
presentados según su ocupación: un sacerdote, un poeta, un profesor, un
soldado, un cónsul, una detective y un templario. A través de cada una de sus
historias, se va conociendo no sólo a los personajes, sino también las rarezas
del planeta y por qué deben visitarlo juntos. A la vez que realizan el viaje,
cada cual expone la historia que lo ha llevado ahí, mezclando de esta forma el
presente de todos juntos con el pasado de cada uno de ellos.
Los
personajes están muy bien construidos, de tal forma que Hyperion es un recopilatorio de historias muy distintas, pero
unidas por un nexo común. Cada personaje es protagonista de una historia
distinta, que trata un tema determinado. Tenemos una historia policiaca, una
historia de aventuras, una historia de amor platónico, un drama familiar… y una
historia de terror de trasfondo. Todos esos ingredientes encontramos en Hyperion.
Los
temas que trata la obra son múltiples. A mí me han llamado la atención los
efectos sobre las personas de la teoría de la relatividad, que, tal como se
veía en la reciente película Interstellar,
provoca que un viaje de algunos días para una persona sean varios años para
las personas que no han realizado el viaje, y cómo afecta a las personas vivir
esa experiencia. También me cautivaron el tema de los efectos de la
colonización, la homogeneización de la cultura y los problemas de los
descubrimientos para los que la ciencia no tiene explicación.
El
ambiente también es múltiple, y muy conseguido. La historia transcurre en
varios mundos distintos, cada cual con sus peculiaridades, que también influyen
directa o indirectamente en los personajes que allí habitan, y está muy bien
reflejado. Algunos detalles técnicos que los personajes (obviamente) dan por
supuestos, tarde o temprano quedan explicados, con lo que la ignorancia del
lector es sólo momentánea. Hay múltiples guiños del autor a distintos temas,
por ejemplo el título, sin ir más lejos,
que corresponde a un poema de John Keats, poeta británico del siglo XIX,
del cual también se habla dentro de la novela.
El
ritmo es otro de los puntos fuertes de esta novela. Poco a poco se van
revelando detalles sobre las incógnitas que esconde el planeta, y a la vez van
surgiendo nuevos misterios con cada historia.
Un
único “pero”, aunque no es tal: la novela queda inconclusa, es decir, que hay
que seguir con la siguiente. Es como si fuera el planteamiento inicial,
quedando aún por venir el nudo y el desenlace. Es por eso que hay que seguir
leyendo para valorar toda la historia, cosa que haré pronto.
Como
resumen: la recomiendo. Todo está muy bien construido y el autor hace volar la
imaginación del lector. La sensación que me queda tras la lectura es la de
haber leído varias novelas, o haber pasado un rato con las historias de Las mil y una noches, pero en un
ambiente futurista.
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