lunes, 5 de noviembre de 2012

Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza

                Esta novela corta comenzó mediante entregas en un diario y finalmente fue publicada como novela en 1991. El autor barcelonés Eduardo Mendoza ambienta la historia en esa Barcelona pre-olímpica, y con un toque de humor y crítica social, da forma a las disparatadas vivencias de dos extraterrestres que aterrizan cerca de la ciudad y cuentan su experiencia según su propia visión de lo que sucede.
                La historia está narrada en forma de diario, donde el extraterrestre protagonista va anotando los hechos acaecidos y la hora a la que sucedieron. Tras el aterrizaje,  la desaparición de uno de los extraterrestre origina su búsqueda por parte del protagonista, y esa es la trama principal de la novela.
                La visión del protagonista impregna de subjetividad el relato, y su candidez es la que da ese toque humorístico a la realidad que se presencia. Sin embargo, estamos en 2012, y hace ya más de veinte años de la publicación de la obra. Suele suceder con las obras humorísticas que aguantan mal el paso del tiempo. Están escritas en un momento determinado y muestran la realidad de ese momento. Eso hace que las personas que vivieron ahí, vean un reflejo de la sociedad de entonces que les haga sentir nostalgia y apreciar los toques humorísticos, pero por otra parte, los que no conocieron ese entorno, perderán gran cantidad de detalles de la obra, como ha sido mi caso. Aunque he pasado un momento entretenido con su lectura, hay ciertos pasajes que me han parecido desfasados, con una sensación parecida a la que deja ver una película que en su momento nos pareció soberbia y, años después, se vuelve a ver y se aprecian cantidad de fallos o detalles que ya no tienen cabida en el mundo actual.
                El ritmo es frenético, todos los hechos se suceden sin tregua. Si a eso se añade que la obra no es muy extensa (144 páginas), nos queda una novela que puede ser leída tranquilamente en una tarde.
                Hasta el momento, es la única obra del autor que he leído. No me ha parecido gran cosa, pero me ha gustado ese estilo fresco y natural. Además, pese a lo absurdo y subjetivo del argumento, oculta una reflexión sobre la sociedad de esa época no tan lejana que, siendo objetivos, no ha cambiado apenas desde entonces (al menos en el fondo, no así en la forma).

1 comentario:

  1. me a servido mucho deivid la profe me ha puesto un 5 (mi nota media es un 0) te quiero besitis

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