jueves, 1 de septiembre de 2011

La biblioteca de los muertos, de Glenn Cooper

   
            Nos encontramos ante una obra concebida para llegar a ser un best-seller. El tema de la misma nos deja bien claro cómo se ha construido. En una coctelera se ponen los siguientes elementos:

            -Un agente del FBI
            -Unos asesinatos al parecer producidos por un asesino en serie que envía postales indicando el día en que morirán
            -El Área 51
            -Nueva York y Las Vegas como escenario, con ligeros toques de apuestas y trampas en casinos
            -Un yacimiento arqueológico en una abadía en Inglaterra
            -Un poco de sexo que incluye mujeres despampanantes

            Se mezcla todo eso y sale “La biblioteca de los muertos”. ¿Qué nos encontramos en esta obra? Pues nos encontramos con unos personajes estereotipados hasta la saciedad, apenas desarrollados, que cumplen su función sin pena ni gloria (el banquero avaricioso y rico con una mujer supermodelo, la empleada de hogar sudamericana, la agente novata, el protagonista a punto de jubilarse que pasa de todo, pero que es un compendio de virtudes, pese a sus vicios, y cuya inteligencia supera cualquier obstáculo, etcétera).

            La historia, contada por el narrador en tercera persona, se centra en la investigación llevada a cabo por Will, agente del FBI experto en casos se asesinatos en serie, en el que se supone que será su último caso antes de la jubilación. Para ello contará con la ayuda de una novata, Nancy, recién salida de la academia. La historia cuenta a su favor con un ritmo rápido, los hechos van sucediendo continuamente, y se ven mezcladas ciertas visiones del pasado que van explicando algunos misterios de lo que sucede en el presente. Poco a poco, la madeja se va desenrollando y la historia queda al descubierto.

            La sensación que deja la lectura de esta obra es que, pese a tener algún elemento innovador (su visión sobre lo que sucede en el Área 51) y que es relativamente fácil de leer, no aporta nada nuevo. Sólo una historia más de la que se podría hacer una típica película americana de una investigación complicada, con persecuciones, tiroteos y todos esos ingredientes típicos de los miles de películas iguales que ya hay en el mercado. Mención negativa para algunos hechos importantes de la historia que suceden por casualidad o situaciones forzadas que anticipan al lector que algo sucederá a continuación. Este hecho resta mucha calidad a la historia.

            Literariamente, es mediocre. Como dije anteriormente, los personajes son apenas esbozos de estereotipos. No se ve claramente su personalidad y carecen de profundidad. En cuanto al entorno, tampoco el autor ha sido muy descriptivo, dejando al lector la parte de imaginarse Nueva York y Las Vegas como si fueran lugares mundialmente conocidos y todos hubiéramos nacido, crecido y vivido allí. Como si lo conociéramos de toda la vida.

            El estilo del autor, acostumbrado a escribir guiones, queda patente en esta obra que bien podría ser un guión modificado y adaptado a una novela. Ameno de leer, pero nada más.
            Con esta primera obra del autor, convertida en best-seller, tal vez estemos ante un nuevo Dan Brown que intenta componer sus obras mezclando misterios arqueológicos con investigaciones policiales y tiroteos. Obra buena para el entretenimiento, pero mala para el que busca belleza en las letras.

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