Publicada
en 1994, con 544 páginas, es tal vez la mejor novela del británico Lionel
Davidson.
Es un
thriller, pero también es una novela de aventuras. Y, sobre todo, es una novela
de espionaje. Veamos cómo está construida:
El
protagonista principal es un personaje poco habitual. Un indio americano nativo
que es científico, profesor de universidad, políglota, deportista... sus
atributos y destrezas se irán conociendo conforme se avanza en la narración. Se
puede resumir diciendo que, observando su currículum, es un superhombre. Un
personaje que podría parecer poco creíble a priori, pero ahí es donde surge la
grandeza del autor: no lo parece en absoluto. La exposición realista de las
situaciones y problemas, mezclado con una también realista y concienzuda
solución, hacen que la novela no decaiga en la fantasía ni lo increíble.
El
resto de personajes forman parte tanto de la trama principal como de las
secundarias. Pese a que algunos de ellos podrían ser prescindibles, están construidos
a conciencia, y aportan esos detalles de calidad que ayudan a dibujar el
decorado donde tiene lugar la historia.
La
trama es simple: una infiltración en unas instalaciones súper-secretas para
conseguir información. La complejísima forma en que se lleva a cabo dicha
acción es el núcleo fundamental de esta novela.
El
ambiente es, desde mi punto de vista, el aspecto más destacado de esta obra. La
mayor parte de la historia tiene lugar en Siberia, y tanto esa localización
como las demás que aparecen, están perfiladas con un lujo de detalles que
logran sumergir al lector en dicho ambiente de forma excepcional. Es por ello
que el estilo del autor, pese a que pueda parecer que hace uso excesivo de
detalles irrelevantes, no es superfluo, sino que está calibrado perfectamente
para crear ese ambiente realista sin que decaiga el ritmo y la acción de la
historia.
Sin
embargo, tengo que reconocer que el principio me resultó duro. La historia,
pese a tener detalles interesantes, no lograba captar del todo mi atención. Había
momentos en que confundía a los personajes, o no sabía exactamente si se estaba
hablando del presente o del pasado. Pero una vez mostrado el tablero inicial
del juego, cuando empieza la verdadera acción, entonces mi atención ha estado
totalmente enfocada hasta que acabó la novela.
No me
considero un experto en novelas de espionaje, pero reconozco que ésta ha
sentado un buen precedente. Me ha encantado la exposición y descripción de un
lugar tan remoto como Siberia (con especial atención a la forma de vida de esa
zona y cómo llega el personaje allí). Me reitero en que, aunque el comienzo de
la historia pueda resultar confuso, una vez superada esa etapa, la historia me
ha resultado tremendamente adictiva.