El
autor de origen dominicado Junot Díaz fue galardonado en 2008 con el premio
Pulitzer de novela por su obra La
maravillosa vida breve de Oscar Wao.
La
historia trata sobre la vida de un dominicano friki e inadaptado de los
suburbios de Nueva Jersey, y de su familia más cercana.
El
narrador omnisciente es también uno de los personajes de la novela, cercano al
protagonista. Su voz, sin embargo, cambia conforme la historia se centra en un
personaje u otro.
El
estilo del autor me ha fascinado. Combina perfectamente el humor con
situaciones dramáticas, e incluso trágicas. En un principio, parece una
historia simple, de un chaval con unas aspiraciones que van mucho más allá de
sus habilidades, y con un lastre genealógico, el fukú, concepto que se explica nada más empezar la novela. Pero
pronto surge el entorno en que vive para ofrecer dificultades y problemas, y es
ahí donde está el núcleo de la historia. Es de destacar, porque no es muy
común, el uso que hace el autor de las notas al pie. Alguna son extensas, son
una historia en sí misma, que ayuda no sólo a explicar determinados sucesos,
sino que también crean para el lector una imagen vívida del ambiente en que
tiene lugar la historia.
La
trama no es lineal. Los saltos entre personajes también suponen a veces saltos
en el tiempo, y todo ello ayuda a explicar sucesos presentes, por muy extraños
que parezcan.
En
cuanto a los personajes, son el punto fuerte de esta novela, y diría que
también el núcleo de la misma, pues independientemente de los hechos que tienen
lugar, lo que más me ha fascinado de esta lectura es cómo están construidos
esos personajes. Quienes són, cómo son, qué hacen, por qué hacen lo que hacen…
sin duda, el autor demuestra maestría manejando este elemento.
Si tengo
que destacar algún punto que no me haya gustado, sería que al principio hay
algunas palabras distintas de entender, ya que se usa mucha jerga callejera y
localismos, amén de alusiones al universo friki del protagonista que, si no se
está metido en el tema, es difícil de entender. Pero conforme avanza la
historia, se pueden deducir significados por el contexto, con lo que ese punto
negativo pasa a ser insignificante. De hecho, la explicación de alguna palabra
rara y su origen, como por ejemplo “pariguayo”, que no conocía, me ha parecido
soberbia.
En
cuanto al ambiente, queda definido por el entorno del protagonista, la vida de
una familia de inmigrantes en Estados Unidos, y otros pasajes en la República
Dominicana. El tema político es una constante en toda la historia, y la crítica
al mismo es feroz, pese al humor con que el narrador lo trata.
Son
varios los temas que se incluyen en esta historia, como la inmigración, la
falta de adaptación, la lucha por una vida mejor, la represión durante una
dictadura… todos ellos muy bien reflejados.
En
resumen, una novela que merece la pena leer. Literariamente, un estilo fresco y
distinto que me ha gustado. No será la única que leeré de este autor, espero
que las demás sean tan buenas, o casi.