American
Gods, publicada en 2001, es la cuarta novela del escritor británico Neil
Gaiman. Fue galardonada con varios prestigiosos premios de
fantasía/ciencia-ficción, entre ellos el Bram Stoker, Hugo y Nébula.
El
argumento principal gira en torno a lo que sucedería si los dioses antiguos y
los modernos fueran seres de carne y hueso que habitan en este mundo, y que
necesitan ser venerados para sobrevivir.
El
protagonista, un convicto (ex-convicto casi desde el principio de la novela)
llamado Sombra, es a quien sigue el autor en tercera persona a lo largo de la
novela. Como personaje, me ha parecido mediocre, debido a su pasividad y falta
de empatía. No es quien hace avanzar la novela, sino que el entorno lo va arrastrando
y él se va dejando llevar. Apenas toma decisiones, y cuando lo hace, parecen
arbitrarias. El resto de personajes, sin embargo, son bastante originales.
Dioses de la mitología nórdica, egipcia, seres mitológicos... su presentación
me ha resultado, como digo, muy original.
La
trama es bastante caótica. La historia principal es lineal, pero existen
numerosos interludios, pequeñas historias que se desarrollan al margen de la
historia principal. Sin previo aviso, el foco de atención pasa a otros personajes,
o a otro tiempo, o a otro lugar. Esos saltos inesperados hacían que me
perdiera, no sólo por el hecho de lo que iba leyendo no pareciera tener
relación con lo que acababa de leer, sino también porque no se sabe a qué
personaje se está refiriendo lo que se lee, hasta que no se avanza más. Y eso
resulta bastante confuso. Y sucede a menudo. En mi opinión, es el peor aspecto
de esta novela.
El
ritmo es pausado, aunque no deja de avanzar lentamente. En contra de lo que
sucede en la mayoría de las novelas, y como ya he comentado, no es el personaje
principal el que va haciendo avanzar la historia con sus acciones y decisiones,
sino que la historia es la que arrastra al protagonista y éste se deja llevar.
Eso no quiere decir que sea un punto negativo o que no se pueda contar una
historia de esa forma, pero en este caso, esa pasividad del protagonista,
añadida a una personalidad bastante plana, hace difícil para el lector
empatizar con él y meterse de lleno en la historia.
El
punto destacable de esta novela, sin duda, es el ambiente. La historia es un
viaje por las zonas rurales de Estados Unidos. El autor recrea con pericia la
forma de vida en las pequeñas poblaciones del país, y ahí es donde el lector “ve”
lo que ven los personajes. El viaje de Sombra por esas zonas es, sin duda, lo
que hace que esta novela tenga algún valor para mí.
Otro
punto destacable es la cantidad de metáforas, así como referencias mitológicas.
Seguro que muchos detalles los he pasado por alto, debido a mi desconocimiento
en la materia, ya que son muy específicos, aunque se intuyen. Da pie al lector
a buscar más información sobre determinados personajes para comprender por qué
son como son.
En
resumen: es una obra amena, pero que en algunos momentos puede resultar confusa
y difícil de seguir. No tiene una historia espectacular ni unos personajes
extraordinariamente elaborados, pero a cambio ofrece un paseo por unos
ambientes muy bien definidos. Además, la idea de fondo, la que hace que esta
obra sea fantasía/ciencia-ficción, es muy original. Agradable para pasar el
rato, pero no esperéis demasiado.
Sé que
actualmente se está emitiendo la serie de TV, aunque aún no la he visto. Creo
que la historia puede ser interesante para la televisión, y seguro cuenta con
la ventaja de que la confusión que crea la trama, en ese medio no estará. La
veré para comprobarlo...